En verano cambian los hábitos alimenticios y nuestro ritmo de vida: vacaciones, viajes, barbacoas, diversión… Esto hace que sean más frecuentes ciertos trastornos intestinales durante esta época del año. Tanto los trastornos en el tránsito intestinal como los síntomas digestivos o las gastroenteritis pueden estropearnos una de las mejores épocas del año. ¿Cómo evitarlos? ¡Te presentamos un listado de los más típicos para que puedas prevenirlos a tiempo!
Estreñimiento
Suele aparecer con los cambios de rutina. Factores como: no tener una hora fija en las comidas ni para ir al baño, no tomar agua suficiente y hacer menos ejercicio físico afecta a la regularidad en el tráfico intestinal.
También es normal sufrir estreñimiento transitorio cuando se viaja. Muchas personas inhiben el reflejo defecatorio, es decir, les cuesta ir al WC cuando están fuera de casa. Este problema debe evitarse, ya que puede aumentar día tras día y perjudicar enormemente la salud y el bienestar.
Diarrea
Los cambios en la alimentación, los alimentos en mal estado y el consumo de aguas distintas de las habituales pueden provocar diarreas. Este tipo de diarrea, conocida como “diarrea del viajero”, se produce cuando se viaja a otro sitio donde el agua y las costumbres alimentarias son muy diferentes.
Para evitar la diarrea es necesario cuidar el estado de los alimentos y tener mucha higiene en su manipulación, ya que las altas temperaturas favorecen la proliferación de patógenos que pueden dar lugar a intoxicaciones alimentarias.
Digestiones pesadas
Las comidas desordenadas, más copiosas, el exceso de frituras, las grasas o el alcohol pueden provocar molestias estomacales y digestiones pesadas. Por otra parte, las bebidas gaseosas y el exceso de azúcar también pueden favorecer los gases y ocasionar molestias.
Gastroenteritis
Esta enfermedad aparece con mayor facilidad en verano, ya que el calor favorece el crecimiento de bacterias y virus que contaminan los alimentos. Las causas más comunes de gastroenteritis en verano se deben a la ingesta de alimentos o bebidas en mal estado, que han estado sin refrigerar o contaminados por una manipulación deficiente. La gastroenteritis se manifiesta con síntomas como: diarrea, náuseas, vómitos, retorcidos, inapetencia y, a veces, fiebre, y suele durar entre 2-3 días.
¿Cómo prevenir los problemas digestivos en verano?
Para prevenir problemas digestivos en verano es necesario:
- Hidratarse a conciencia, especialmente si hace mucho calor.
- Comer cinco veces al día, manteniendo una regularidad en las ingestas.
- Seguir una dieta saludable con abundantes frutas y verduras (perfectamente lavadas), productos frescos de temporada (bien cocinados), cereales integrales y legumbres que aporten al organismo la fibra que necesita a diario.
- Comer de forma sencilla y ligera y evitar las comidas copiosas e hipercalóricas.
- Moderar el consumo de carne roja.
- Reducir el consumo ocasional de helados.
- Evitar las bebidas azucaradas, los refrescos con gas y el alcohol.
- Evitar alimentos crudos o poco cocinados.
- Extremar la higiene.
- Lavarse las manos si se manipulan alimentos (antes de cocinar y comer), los utensilios que se utilicen y, por supuesto, las frutas y verduras.
- Conservar de forma correcta los alimentos y evitar su exposición a altas temperaturas.
- Tomar agua embotellada si se viaja en países donde se desaconseja la del grifo.
¡Vivir un verano seguro y libre de molestias intestinales está en tus manos! ¡Vamos! :)