En los últimos años, la efectividad de los antibióticos se está viendo reducida porque algunas bacterias están generando resistencias. Esto significa que enfermedades que antes podían tratarse con facilidad, hoy pueden resultar más difíciles de tratar porque no disponemos de antibióticos eficaces para curarlas.
Algunas de las causas de la aparición de estas resistencias son:
- Las bacterias: al tener una gran capacidad de adaptación pueden transmitir esta resistencia a otras bacterias del organismo.
- El uso incorrecto de los antibióticos: las bacterias «aprenden» a resistir la acción de un antibiótico cuando entran en contacto, pero si en el momento del contacto, por varios motivos, el antibiótico no los elimina completamente y sobreviven, se vuelven más resistentes a su efecto.
Teniendo en cuenta estos patrones de conducta de las bacterias, como pacientes podemos tomar ciertas medidas que ayudarán a que los antibióticos sigan siendo eficaces:
- No utilizar antibióticos sin prescripción médica: un antibiótico que fue útil la última vez que lo tomaste no debe serlo ahora, ya que la bacteria puede ser diferente aunque tengas síntomas similares. Es imprescindible que consultes siempre a tu médico antes de tomar antibióticos.
- Cumple siempre la duración y la dosis que te haya indicado tu médico: si interrumpes el tratamiento antes de tiempo o la dosis no es la adecuada, habrá bacterias que no serán eliminadas completamente, y por tanto, se pueden volver resistentes.
- Emplear los antibióticos apropiados para cada tipo de bacteria: el uso innecesario de antibióticos de amplio espectro, es decir, eficaces frente a muchos tipos de bacterias, también es responsable de generar un gran número de resistencias.
- No utilices antibióticos para luchar contra infecciones causadas por virus: usarlos para combatir, por ejemplo, una gripe, provocará que las bacterias presentes en el cuerpo en ese momento entren en contacto con el antibiótico y se vuelvan resistentes. Además, tomarlos no ayudará a cortar la gripe, ya que los antibióticos no ayudan en ningún caso a tratar las enfermedades provocadas por virus.
¡La resistencia a los antibióticos es un problema que nos afecta a todos! Por eso, te recomendamos que sigas siempre las indicaciones de tu médico y que, en la medida de lo posible, recomiendes a las personas de tu entorno que también lo hagan, y si te queda alguna duda, recuerda que estamos aquí para ayudarte! ¡Consúltanos y te asesoraremos!