Premenopausia y perimenopausia son términos similares que a veces suelen confundirse. El término "pre" significa "antes" y el término "peri" significa "alrededor" o "cerca". Técnicamente, una mujer está en premenopausia en cualquier momento antes de entrar en la menopausia. Por esta razón, el término perimenopausia puede describir con mayor precisión cuando una mujer está cerca de la menopausia, ya que implica una disminución en los niveles hormonales, y por tanto, una transición a la menopausia.
Etapas de la menopausia
Los médicos han identificado tres etapas de la menopausia: perimenopausia, menopausia y posmenopausia. Cada etapa es un cambio gradual que generalmente tiene lugar durante varios años.
- Perimenopausia:
La perimenopausia tiene lugar de 3 a 4 años antes de que comience la menopausia de la mujer, pero puede iniciarse incluso 10 años antes. Durante ese tiempo, los ovarios comienzan a reducir la cantidad de estrógeno que producen. En esta fase, la mujer todavía puede quedarse embarazada, y sus síntomas pueden volverse más pronunciados a medida que se acerca a la menopausia.
- Menopausia:
Durante la menopausia, los ovarios de la mujer ya no liberan óvulos y la producción de estrógenos en los ovarios se ralentiza considerablemente. Técnicamente, la menopausia se define como el momento en que una mujer no tiene el período 12 meses seguidos.
- Posmenopausia:
La posmenopausia es la etapa posterior a la menopausia. En esa época, la mujer puede experimentar un aumento de los síntomas asociados con la producción reducida de estrógenos. Sin embargo, los síntomas menopáusicos suelen ser reducidos.
Duración de las fases
Técnicamente, la premenopausia dura desde que una mujer tiene su primer período hasta que llega su último período y entra en la menopausia.
Si una mujer experimenta menopausia antes de los 45 años se considera que tiene menopausia precoz. Y si la menopausia se produce antes de los 40 años, se conoce como menopausia prematura.
Síntomas
Durante cada etapa de la menopausia, existen diferentes síntomas que se pueden experimentar, así como cambios internos en la producción de hormonas.
- Síntomas premenopáusicos:
Aunque los niveles hormonales fluctúan naturalmente durante la premenopausia, es poco probable tener síntomas relacionados con la pérdida de estrógenos.
Los síntomas del síndrome premenstrual incluyen: cambios de humor, náuseas, ansiedad o irritabilidad, depresión, hinchazón y senos sensibles.
- Síntomas de la perimenopausia:
La disminución de los niveles hormonales puede provocar una serie de síntomas: piel seca, pérdida de cabello, sofocos o una repentina y abrumadora sensación de calor, insomnio, sudores nocturnos, cambios repentinos de humor inexplicables, dificultad para concentrarse, sequedad vaginal, aumento de peso...
- Síntomas de la menopausia:
Durante la menopausia pueden experimentarse síntomas similares a los de la perimenopausia, pero pueden ser más pronunciados, ya que los niveles hormonales disminuyen significativamente.
- Síntomas posmenopausia:
Esta fase, que se produce después de la menopausia, presenta la sintomatología de la menopausia, pero de forma muy reducida hasta que al final desaparece.
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Decálogo para evitar la sintomatología de la perimenopausia, menopausia y posmenopausia
- Ve al ginecólogo:
Es el primer paso para realizar una revisión completa del estado de salud sexual y recibir el asesoramiento y orientación necesarios. Más tarde, será necesario mantener un control sobre la tensión arterial, el colesterol y la glucosa. Además, el ginecólogo valorará si necesitas un tratamiento específico y elegirá el más adecuado para ti.
- Haz ejercicio moderado:
Te ayudará a sentirte mejor, a aliviar los sofocos y controlar el peso. Caminando entre media hora y una hora al día o haciendo algún tipo de ejercicio aeróbico que te guste, obtendrás grandes beneficios cardiovasculares.
- Cuida tu suelo pélvico:
Ayuda a evitar la incontinencia urinaria y el prolapso genital, problemas relativamente comunes cuando no se ha cuidado la musculatura del suelo pélvico y que se acentúan en esta fase debido al cambio hormonal. Además, también es necesario prestar especial atención a la atrofia vaginal, muy habitual durante la menopausia, que provoca molestias a la hora de mantener relaciones sexuales.
- Controla la alimentación:
Una alimentación saludable es imprescindible para mantener a raya los sofocos, el peso y cuidar el corazón.
Para ello, incrementa la cantidad de fruta, verdura, cereales (si es posible integrales), pescado (rico en omega-3) y lácteos, dejando las comidas copiosas para ocasiones especiales.
- Modera la sal de las comidas:
De esta forma evitarás la retención de líquidos y cuidarás el corazón.
- Reduce al máximo el consumo de alcohol y café:
Especialmente si tienes problemas de insomnio. Tomar más de 2 o 3 tazas de café o dos copas de vino al día no son aconsejables.
- Deja del tabaco:
Las mujeres que fuman tienen mayor riesgo de padecer osteoporosis o enfermedades del corazón y pulmón.
- Mima tu piel:
El cambio hormonal hace que se vuelva menos elástica, más seca y por tanto se arrugue más, así que protégela del sol y nútrela al máximo.
- No te automediques:
Cada mujer es diferente y, aunque te puedan recomendar tomar algo con toda la buena voluntad, puede que no sea lo que más te conviene. Consulta siempre a tu ginecólogo antes de tomar cualquier tipo de medicación.
- Quiérete mucho:
Es lo más importante, ya que se trata de una etapa en la que tendrás más tiempo para ti, para vivir nuevas experiencias y desarrollar aficiones. La menopausia pasará, ten paciencia, así que intenta minimizar al máximo sus efectos y sé feliz.
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