En los días de cambios bruscos de temperatura o en épocas en que nuestro sistema inmunitario está más débil, pueden aparecer enfermedades inflamatorias como la sinusitis o la rinitis. Pero, ¿qué son exactamente estas enfermedades y cómo diferenciarlas?
La sinusitis: ¿Qué es y cómo puedo tratarla?
La sinusitis se produce cuando los senos paranasales, que se comunican con las fosas nasales, se inflaman. Esta inflamación puede aparecer por causas diversas, siendo los resfriados y alergias los detonantes más típicos. Existen casos de sinusitis causadas por bacterias o hongos, aunque es poca la población que lo experimenta.
Dependiendo del grado de la sinusitis, ésta se clasifica en tres tipos:
- Sinusitis aguda: su duración es a lo sumo hasta cuatro semanas.
- Esta sinusitis es causada por infecciones víricas, sobre todo en la época de mayor frío.
- Sinusitis subaguda: este tipo de sinusitis dura de cuatro a doce semanas.
- Sinusitis crónica: cuando un paciente sufre durante más de tres meses esta enfermedad, se pasa a hablar de crónica.
Para evitar la sinusitis sólo tenemos que beber mucha agua. Además, el uso de un humidificador en los espacios de casa o la frecuente inhalación de vapor es una buena solución para alejarnos de la sequedad de nuestro cuerpo.
Sin embargo, existen descongestionantes de venta libre que reducen la inflamación y la hinchazón de los senos que pueden encontrarse en formato de comprimidos, líquidos o aerosoles nasales.
La rinitis: síntomas y tratamiento
A diferència de la sinusitis, la rinitis és més aviat una inflamació de la mucosa nasal caracteritzada per una picor molt molesta, l’aparició d’un moc més aviat aquós, llagrimeigs, esternuts freqüents, congestió i secreció nasal.
- Los síntomas más comunes, también presentes en la sinusitis, son los siguientes: Congestión y secreción nasal.
- Fiebre
- Dolor y presión detrás de los ojos, la nariz y dolor de garganta.
- Tos que empeora durante la noche.
- Cansancio y sensación de malestar general.
Como ocurre con la sinusitis, podemos combatir la rinitis con el uso de nebulizadores nasales, de suero fisiológico, bebiendo mucho líquido y fortaleciendo nuestro sistema inmunológico con la vitamina C, el zinc y el selenio.