El colesterol:
El colesterol es una sustancia similar a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y en algunos alimentos, como la carne y los productos lácteos. El cuerpo necesita colesterol para funcionar bien, pero si se tiene demasiado, el riesgo de enfermedad arterial coronaria aumenta.
Parámetros para calcularlo:
- Colesterol total: Cantidad total de colesterol en sangre. Incluye ambos tipos: El colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL) y el colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL).
- Colesterol LDL: Es el que se acumula en las arterias y las obstruye.
- Colesterol HDL: Es el que ayuda a eliminar el colesterol de las arterias.
- No-HDL: Se calcula restando el colesterol HDL del colesterol total. El colesterol no-HDL incluye el colesterol LDL y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL)
- Triglicéridos: Es otro tipo de grasa que se encuentra en la sangre y que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, especialmente en mujeres.
El azúcar en sangre:
Los azúcares que se ingieren con los alimentos son transformados por el metabolismo en glucosa, la cual se desplaza a través de la sangre hasta alcanzar las células de distintos tipos de tejido proporcionando la energía que necesitan para funcionar. El ejemplo más claro de este proceso es el del tejido muscular, que necesita esta energía para realizar el esfuerzo que exige cada movimiento.
Los niveles de glucosa en sangre varían a lo largo del día, oscilando entre concentraciones de 70 y 145 miligramos por decilitro de sangre. Un nivel de glucosa adecuado se sitúa entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y se mantiene a menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
En personas sanas, la glucemia se mide cuando se realizan analíticas de sangre o de orina. En el caso de personas diagnosticadas de diabetes, el control se realiza de forma diaria a partir de un glucómetro.
Otras pruebas, como la de tolerancia a la glucosa oral o la de la hemoglobina glicosilada, ayudan a tener un mayor control sobre los niveles de azúcar en sangre.
La tensión arterial:
La presión arterial es un valor dinámico que cambia en distintas circunstancias a lo largo del día y, por supuesto, con la edad.
Para controlar los parámetros de la tensión arterial, es necesario no fumar al menos una hora antes de la toma de tensión y no haber realizado ejercicio a media hora previa, entre otros. Además, para conocer adecuadamente si los valores de tensión son los adecuados, es necesario tomar la tensión varias veces en días diferentes, y separados entre sí por una semana al menos.
¿Qué afecta a los parámetros metabólicos?
Principalmente, los siguientes factores:
- Un consumo elevado de grasas saturadas
- La obesidad
- El sedentarismo
- El tabaquismo
- El estrés y la ansiedad
- El alcohol
- La diabetes
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