Conocer nuestro cuerpo es muy importante. Del mismo modo que observamos las pecas de la piel u otros cambios en el cuerpo, también hay que prestar atención a nuestro pecho mediante la autoexploración mamaria. Esto consiste en palpar los pechos para estar atentas ante cualquier signo sospechoso que tenga que ser valorado por un profesional.
Es conveniente saber el momento adecuado, los pasos para hacerlo correctamente y los aspectos fundamentales a revisar.
Métodos de palpación
Este autoexamen mamario se recomienda una vez al mes, y este día no tiene que coincidir con la menstruación, incluso es preferible que hayan pasado más de 48 horas desde que acabó el periodo. En caso de menopausia, se puede hacer cualquier día.
Además, hay que saber qué aspectos tenemos que notar en la palpación de las mamas:
- Aspecto. Los pechos tienen que verse parecidos, a pesar de que uno puede ser algo más pequeño que el otro.
- Movimiento de las mamas. Tienen que subir del mismo modo, conservar la silueta circular y no aparecer vacíos ni anomalías en la forma.
- Piel. No tiene que ser rugosa o con pliegues sino lisa.
- Pezón y areola. No tiene que haber costras, enrojecimientos o hundimientos, ni tampoco flujos repentinos.
Conocer el pecho: pasos para la autoexploración
Te explicamos cómo hacerlo a casa, ante un espejo, con estos 10 pasos que os indicamos a continuación:
Autoexploración de mamas de pie
1 - Brazos arriba. Subimos los brazos y, en esta posición, comprobamos que en los pechos no haya hundimientos, pliegues, la conocida como "piel de naranja" por su rugosidad, etcétera. En definitiva, se trata de comprobar que no muestran irregularidades, y tampoco expulsan líquidos anómalos.
2 - Manos en la cintura. Bajamos los brazos y situamos una mano a cada lado de la cintura. Así, ejercemos presión en la parte de la cadera con las manos y, al mismo tiempo, metemos el pecho para adentro con ayuda de los hombros y los codos, realizando además una inclinación hacia el espejo. De este modo se realzan los cambios en el contorno de las mamas.
3 - Tocar y presionar el pecho derecho. Levantamos el brazo derecho, colocamos los dedos de la mano izquierda en el pecho de la banda contraria, y lo vayamos presionando ligeramente, realizando círculos en espiral en el sentido de las agujas del reloj, de dentro hacia fuera. Atención a cualquier punto que genere molestias.
4 - La axila, también a examen. La zona a palpar es tanto el pecho como la parte que se dirige a la axila, teniendo que incluirla en la palpación. Situamos los dedos de la mano izquierda en la axila descubierta y realizamos círculos en ella para comprobar posibles masas o zonas blandas. También es fundamental estar atentas a cambios de grosor de la piel.
5 - Presión al pezón. Continuando con el brazo derecho levantado, con la mano izquierda presionamos ligeramente el pezón del pecho derecho, de fuera adentro, para comprobar que no aparecen líquidos ni sangrados.
Palpación de pechos en la cama y en la ducha
6 - Tumbad@. Situamos una almohada o una toalla doblada debajo del hombro derecho. Seguidamente, echamos hacia atrás el brazo derecho, colocando la mano detrás de la cabeza, y el codo derecho permanece elevado.
7 - Movimientos circulares con las yemas. En esta posición, la mano izquierda presiona la mama derecha de manera suave, dibujando movimientos circulares en espiral sobre ella.
8 - Revisión de pecho a axila. Seguimos realizando estos movimientos con las puntas de los dedos alrededor de toda la mama, incluyendo la zona entre la mama y la axila, así como la propia axila.
9 - Repetimos los pasos con el pecho izquierdo. Para lo cual solo tenemos que invertir los brazos en cada uno de los pasos explicados previamente.
10 - En el baño... Cuando nos duchamos es un buen momento para aplicar los métodos de palpación, puesto que el gel de ducha ayuda a localizar cualquier masa o irregularidad en pechos y axilas.