Las vacaciones son una gran oportunidad para disfrutar con la familia y los amigos. También son días en los que nos es propicio relajarnos y liberarnos de las obligaciones. Por ello, es más importante que nunca mantener un buen estado de salud global. ¿Te imaginas pasar las vacaciones enfermo? ¡No dejes que te pase!
A continuación encontrarás una serie de consejos básicos para hacer que tus vacaciones sean tan saludables como sea posible:
Ten cuidado con el sol
¡Ponte crema solar siempre! Para proteger la piel de los rayos UB y UVA debes utilizar fotoprotección solar de, al menos, factor 30 SPF y ponértela con frecuencia para que no se pierda el efecto protector. Además, hay que evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día, sobre todo de las 12 a las 16 horas. Recuerda que también es importante tener la piel bien hidratada antes de tomar el sol y que es conveniente utilizar protección física: camisetas, gorras, gafas…
Si durante esta época de exposición solar descubres que un lunar cambia de forma, tamaño o color, consúltalo con tu dermatólogo y ten presente que en Europa la incidencia del cáncer de piel se ha duplicado en las últimas décadas. El mejor método para evitar los efectos dañinos del sol es una buena prevención.
Bebe mucha agua
Durante el verano, el calor y el sudor pueden dejar el cuerpo deshidratado. La deshidratación puede ser muy perjudicial para el organismo y puede incluso incrementarte las ganas de comer aunque no tengas hambre. Por ello, es muy importante beber, al menos entre 2 y 2,5 litros de agua al día. Bebe aunque no tengas sed y si te cansas de beber agua, siempre puedes añadirle un poco de limón u optar por alternativas saludables como el té verde, infusiones... Recuerda que una buena hidratación también es clave para mantener la piel tersa y sana.
Haz cada día algo de ejercicio
Salvo excepciones, en general cuesta bastante hacer ejercicio en verano. El calor es el principal factor que hace que dejemos nuestra rutina aparcada, así como los planes con amigos... Para seguir ejercitando el cuerpo en verano adapta el ejercicio que haces normalmente a las horas del día que hace menos calor, opta por practicar otros tipos de actividad física (natación, entrenamientos en casa o en el gimnasio...) o haz ejercicio con tu pareja o amigos.
Come fruta y verdura
Los alimentos frescos mantienen la mayoría de sus vitaminas y son ricos en fibra, lo que ayuda a evitar el estreñimiento, uno de los peores compañeros de viaje si vas de vacaciones. Tanto la fruta como la verdura te ayudarán a mejorar el tránsito intestinal. No te olvides de llevarlas encima para cuando tengas hambre a media mañana o media tarde. Es la opción más saludable, ¡sin duda!
¡Cuidado con la circulación!
Evita la ropa muy estrecha y que quede ajustada y mueve las piernas con frecuencia. En desplazamientos largos o si pasas mucho rato quieto/a es importante que te muevas para activar la circulación, sobre todo si tienes problemas de este tipo.
Ejercita la mente
Piensa que también es muy importante mantener el cerebro activo. Te recomendamos que, durante estos meses, que seguramente tendrás más tiempo libre, cojas un buen libro de alguna temática que te interese y dediques tiempo a leer. Esta sana costumbre te hará viajar sin salir de casa. ¡Vamos!
Ten cuidado con los pies
Usa calzado cómodo y flexible con la anchura adecuada para evitar rozaduras, callos y ampollas. Elige sandalias abiertas de planta blanda y si no son así, pon unas plantillas que amortigüen la pasa. También es importante que te seques e hidrates bien los pies y que uses chanclas o escarpines en piscinas y zonas comunes para no coger hongos.
Picaduras
Para prevenirlas lo mejor que puedes hacer es no usar colonias ni jabones de aromas dulces e intensos, ya que llaman la atención de los insectos. Si estás en una zona de riesgo ponte ropa que te cubra toda la piel y/o utiliza repelente (tal como indique en las instrucciones).
Ten listo el botiquín
Agua oxigenada, desinfectantes cutáneos, gasas esterilizadas, esparadrapo, analgésicos, antigripales, antidiarreicos y antihistamínicos son los principales productos que no pueden faltar en tu botiquín de verano, así como las pastillas contra el mareo si viajas. Si padeces alguna enfermedad crónica, recuerda llevarte la medicación que tomas y tu historial médico.
¡No te olvides del sentido común!
Estar de vacaciones hace que, en general, nos desinhibamos con más facilidad y nos expongamos a situaciones en las que no estamos habituados, por lo que es fundamental seguir siendo prudentes. Las vacaciones de verano son, sobre todo, un periodo placentero y para que no dejen de serlo hay que evitar riesgos innecesarios.
Ahora sí que sí, ¡muy buenas vacaciones!